En el año 2007 la editorial argentina Capital Intelectual publicaba Mujeres contra la explotación: la resistencia femenina en un mundo globalizado (Quand les femmes se heurtent à la mondialisation) escrito por el grupo altermundialista ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana).
Partiendo de la idea que el estado de subordinación de las mujeres es anterior al desarrollo del sistema capitalista, este escrito trata de explorar las consecuencias de la globalización y de la liberalización de la economía en la vida de las mujeres.
La entrada de la mujer en el mercado laboral supuso un importante avance en términos de autogestión y emancipación. El problema radica en que la mayoría del trabajo creado en el marco de un sistema capitalista es empleo precario, gran obstáculo que se suma a la ya de por sí difícil situación de explotación en la que se encuentran la mayoría de las mujeres.
Este fenómeno es objeto de estudio de este libro, donde se tratan cuestiones como la localización de la mano de obra femenina, la evolución general del panorama del trabajo realizado por mujeres (análisis de tendencias y transformaciones geográficas), el papel del Banco Mundial, estudios sobre la situación económica de las mujeres a nivel mundial, situación de los derechos laborales y la función de los sindicatos en defensa de los mismos.
El libro conduce a interesantes conclusiones como “ las luchas feministas en pos de la igualdad entre sexos derivan ineludiblemente en el cuestionamiento de ese orden económico mundial y de la explotación económica sobre la que descansa. Sin embargo, lo contrario no es cierto: el cuestionamiento del sistema de acumulación capitalista no deriva necesariamente en el cuestionamiento de la opresión de las mujeres” los autores enfrentan este razonamiento a una observación de Maria Mies en su libro Patriarchy and Accumulation on a World Scale (Palgrave-Macmillan 1986): “partiendo de la constatación de que el patriarcado y la acumulación a escala mundial constituye el marco ideológico en cuyo interior se inscribe la realidad de las mujeres, el movimiento feminista en el mundo no puede sino desafiar ese marco, al mismo tiempo que la división sexual e internacional del trabajo ligada a él.”
ATTAC considera que las luchas feministas se encuentran en el marco del debate altermundialista en oposición a una globalización de corte neoliberal que apoya y agudiza la situación de discriminación en la que se encuentran actualmente la mayoría de las mujeres.